Reflexión 1 (Niños de la calle)

Un cielo moteado y oscuro llora ante la impotencia de ver los cadáveres inertes del producto del pasado, que viven en el presente y son esperanzas del futuro, muertos en vida (vivos rodeados de muerte). El llanto celestial lava sus rostros, rostros perdidos bajo la mirada indiferente de una sociedad en decadencia, ante la atónita dejadez del mundo, que, aunque lleno de adelantos y de ciencias para curarlo todo, sin corazón están, son imposibilitados para curar el alma. Los niños son el reflejo de la humanidad, se ven llenos de inmundicias y rodeados de peste, miseria, hambre, urgidos de ayuda, de afecto, de verdaderos valores que en realidad les ayude a superarse.

Mientras nosotros nos damos cuenta de que ellos existen, que están allí sufriendo en silencio, cada día más y más toman el camino fácil, y mueren antes de nacer como seres humanos. Mueren como animales peligrosos a los que no nos acercamos por temor, sin precisar que debajo de sus rudos aspectos hay infantiles esperanzas, sueños de progreso y de respeto.

Hay que hacer algo pero… ¿Quién lo hará?...y más importante aún ¿Cuándo?

Poetisa MF (all rights reserved)